RRSS16/10/20181min

Se estima que Colima tiene entre 45,000 y 50,000 migrantes en Estados Unidos, de los cuales 2,567 personas son encuentran pensionadas en dicho país por haber laborado durante 10 años ininterrumpidos o cada 6 meses durante 20 años.

En entrevista para “Aquí Entre Nos” con Santos García Santiago, Coordinador General de Atención a Migrantes Colimenses.



RRSS12/10/201810min

En otras ocasiones he compartido lo arbitraria que puede llegar a ser la selección de libros para realizas estas reseñas, no obedece a otra cuestión que mi gusto personal, sin embargo si hay una característica que persigo: historias al límite, de frontera, transgresoras, la reseña de esta semana no es la excepción se trata de Dos Crímenes de Jorge Ibargüengoitia.

Jorge Ibargüengoitia Antillón nació en Guanajuato en 1928 estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México y fue becario del Centro Mexicano de Escritores y de las fundaciones Rockefeller, Fairfield y Guggenheim.

Su obra abarca novelas, cuentos, piezas teatrales, artículos periodísticos y relatos infantiles. Su primera novela, Los relámpagos de agosto (1965), una demoledora sátira de la Revolución mexicana, lo hizo merecedor del Premio Casa de las Américas. A ésta seguirían Maten al león (1969), Estas ruinas que ves (1974), Dos crímenes (1974), Las muertas (1977) y Los pasos de López (1982), en las que echó mano del costumbrismo para convertirlo en la base de historias irónicas y sarcásticas.

En el terreno del cuento publicó La ley de Herodes (1976). Entre sus piezas teatrales destacan Susana y los jóvenes (1954), Clotilde en su casa (1955) y El atentado (1963). Murió trágicamente en un accidente aéreo que se produjo en Mejorada del Campo, Madrid.

Debo confesar que poco había leído de Ibargüengoitia, Los Pasos de López y Las Muertas eran mi referente sobre su obra, que por supuesto son grandes obras. Dos Crímenes estaba en casa era uno de esos libros pendientes que ya llegan a las decenas, pero que sabes en algún momento le llega su hora, debo confesar que si sentí esto que me pasa a menudo, la sensación de arrepentimiento por no acercarte antes, de dejar pasar el tiempo.

Yo me jacto de ser devoradora de libros pero más allá de mí compulsión en mi defensa puedo mencionar que la forma en que construyen las historias es la culpable de que yo no pueda detenerme, la agudeza y los detalles son una delicia en esta novela.

La historia parte de un hecho cotidiano en la casa de Marcos González y “La Chamuca” Carmen Medina (pocas veces escuchamos su nombre real) invitan a sus amigos a una reunión y ahí es dónde vienen las dificultades, cuando llega a pedir pasar la noche con ellos un líder de movimientos de izquierda Evodio Alcocer.

Al día siguiente su vida dará un giro y les cambiará la rutina de empleados del sistema para convertirlos en fugitivos. La Chamuca se dirige a Jerez con mentiras y Marcos con otra serie de estrategias para acercarse a los parientes lejanos de provincia, su camión parte con destino a Muérdago el objetivo es visitar al tío Ramón un acaudalado señor viudo que enfrenta dificultades de salud y que es custodiado por una familia que espera quedarse con sus bienes. Amalia, Gerardo, Fernando y Alfonso Tarragona, más la enigmática Lucero hija de Amalia cultivarán la discordia y orillarán a que se cometan dos crímenes que cambiarán el rumbo de sus vidas.

Don Pepe Lara el boticario y conocedor de plantas, será pieza clave en esta historia en un punto él hace la función de narrador y de hecho es quien podríamos decir desenreda la madeja cuando todo comienza a complicarse para Marcos que termina siendo acusado de nuevo por algo que no les puedo contar aún porque los spoilers son un arma peligrosa que no voy a usar en esta ocasión.

El relato con aire provinciano y la referencia a la riqueza: tierras, minas, negocios esos casos de éxito de hombres que llegan a vivir en la opulencia por su astucia y también por la corrupción, todo el ambiente se permea de favores, estrategias que aunque datan de los setenta parece que sucedieron ayer nos remiten a esa parte fuerte de Ibargüengoitia para narrar y reflejar, para vernos aunque incomode en un momento histórico caracterizado también por la represión de ideologías contrarias a la línea de la derecha, la protesta social en la literatura es un aspecto fundamental en Dos Crímenes.

Y claro, el relato pasional, erótico del triángulo amoroso construido entre Marcos, Lucero y Amalia, o deberíamos decir un cuarteto porque la Chamuca cuidaba también su territorio de cónyuge que se enredan en una vorágine de deseo que hace que la historia tenga sus momentos ardientes y que descubramos también que oculta la candorosa Lucero, cuáles serán sus verdaderas intenciones.

Se ha señalado mucho la estructura que se asemeja un relato policiaco, percibo esa sensación de misterio y persecución dónde todo se complica cada vez más hasta que tiene que explotar y resolverse de alguna forma. Confieso que de pronto encontraba algunas similitudes con la forma en que construye sus personajes Rodolfo Usigli y documentándome sobre el autor encuentro que fue su profesor en la clase de Teoría y Composición Dramática en la UNAM, así que esa manera de pulir y enredar las cosas para deshacer la madeja después tiene este fondo.

Es interesante como los libros son llevados a la pantalla, y Dos Crímenes fue llevada al cine en 1994 la protagoniza Damián Alcázar y dirige Roberto Sneider, la crítica dice que es una adaptación bastante buena, yo no la he visto aún pero sin duda ahora la veré con mayores certezas.

El final de la historia es inesperado y confieso si rompió un pedacito de mi corazón y sin afán de sonar cursi unas lagrimitas querían brotar pero se quedaron atoradas nublándome los ojos. El libro está editado por Planeta bajo el sello Booket, la portada es una pintura de su esposa Joy Laville, cerramos con un fragmento:

“No olvidaré mi llegada a Muérdago. Me quedé parado en la esquina de los portales mirando a la gente que daba vueltas en la Plaza de Armas oyendo la serenata. Con gusto me hubiera cambiado por cualquiera de ellos. Me sentí cansado, perseguido y desconcertado. El día había sido difícil y con sobresaltos, pero en aquel momento me parecía poca cosa comparado con la perspectiva de enfrentarme aquella misma noche aun tío viejo que casi no me conocía ni me esperaba ni me quería ni me había visto en diez años, para contarle la historia que había inventado en el camino”. 



RRSS12/10/20181min

“Yo consumo… Cultura” es una serie radiofónica de 9 capítulos en torno a lo qué hacen los jóvenes para consumir o practicar la cultura, esto a consecuencia de un estudio realizado por la Dra. Aidee Arellano Ceballos con diversas universidades en un “Verano de investigación” realizado en la Universidad de Colima.

Este producto radial fue producido y dirigido por la Mtra. Ana Karina Robles Gómez, habiendo ganado en días pasados el primer lugar en el concurso de radio al que convocaron el Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación de las Ciencias de la Comunicación y la Universidad de Ixtlahuaca.



RRSS11/10/20181min

El Voluntariado de la Universidad de Colima y el Centro de Desarrollo de la Familia Universitaria lanzan campaña en Octubre, mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama, en ella se pretende educar y fomentar la prevención a través de actividades que involucran a la sociedad en general.

Para más información marca al (312) 3161014 o vía Facebook.



RRSS05/10/20189min

La curiosidad nos mueve a encontrar en la literatura propuestas que salen de lo común, ya en otras ocasiones hemos hablado de esta necesidad. Recientemente por una cuestión personal: mi mamá tiene cáncer, difícil es nombrar lo que nos sucede, me he visto en la necesidad de buscar en la literatura si no respuestas, refugio he descubierto a escritoras como Lina Meruane por ejemplo, que escriben desde la enfermedad, ese libro lo reseñamos ya hace varias semanas: Fruta Prohibida. Y al escarbar un poco más me encuentro con la literatura del cuerpo enfermo como prácticamente un movimiento equiparado al boom latinoamericano, esto lo digo por el libro que reseñamos esta semana se trata de la compilación Relatos Enfermos editada por Javier Guerrero.

Javier Guerrero es venezolano nacido en Caracas en 1977. Es profesor asistente de estudios latinoamericanos en la Universidad de Princeton. Autor de los libros Tecnologías del Cuerpo, Exhibicionismo y visualidad en América Latina y la novela Balnearios de Etiopía. Es coeditor del libro Excesos del cuerpo. Relatos de contagio y enfermedad en América Latina y del dossier crítico Cuerpos enfermos/Contagios culturales. En la compilación de Relatos Enfermos Javier incluye un sui generis texto llamado la Cena Africana que desde mi punto de vista es el más desbordado de la compilación y por esa razón logré conectar con todas esas manifestaciones fálicas que dibuja entre sangre, hermanas y mamá, pero me estoy adelantando y el asunto es cómo no contarlo todo para evitar los spoilers.

Comenzaré diciendo que nos encontramos ante 10 relatos diferentes en estilo y tema pero conectados por la enfermedad, Javier Guerrero hace la presentación de estos textos y menciona la necesidad de explorar la recurrente presencia de la enfermedad en la literatura latinoamericana nos da un recorrido sobre algunos autores y autoras que conciben sus relatos desde la enfermedad además señala un aspecto importante que tiene que ver con la desterritorialización de las y los autores pues detalla que la mayoría de ellos escriben desde otros lugares que no son el de origen como Estados Unidos o los cambios de ciudad que se dan, incluso el exilio como el caso particular de Reinaldo Arenas.

Lo más interesante de esta breve para sustanciosas introducción tiene que ver con el planteamiento de no sólo reflexionar sobre los excesos del cuerpo sino erigirse como un nuevo estatus: la literatura enferma. El hecho no es sólo hablar de la enfermedad como categoría sino de aquellas verdades que hacen posible las ficciones de salud, el contagio las ficciones que enferman. Establecerlo como algo más complejo incluso en la estructura que transgrede.

La enfermedad como pretexto para narrar y, en especial, narrar el cuerpo, por ejemplo en Lo Profundo de Lina Meruane dónde una mujer decide que quiere mantenerse con su agujero producido en su cuerpo por una cirugía, negándose a que se lo cierren; en los fantasmas del masajista de Mario Bellatín dónde un hombre acude a una clínica especializada en personas que han perdido o están por perder algún miembro, dónde trabaja un masajista que puede aliviar esos dolores de partes del cuerpo que no están pero que se sienten, o tenemos también a la Médula Espinal de Margo Glantz que descubre de dónde proviene su dolor de espalda que ni el Feldenkrais puede curar y es debido a su fascia nueva parte del cuerpo descubierta hasta por un nombre que le juega malas pasadas pues su etimología está cercana a un régimen político que desprecia: el fascismo; en Mona de Reinaldo Arenas el autor no habla desde la enfermedad como tal sino hablando de sí mismo como nota a pie de página y a su vez de otro personaje con una enfermedad mental que quiso un día destruir la Mona Lisa y que era asociado al grupo de cubanos que salieron de la isla en el exilio, “un marielito”, el relato mejor construido que enferma de a poco a su productor.

En Colonizadas de Diamela Eltit el relato más llegador para mi habla de la simbiosis creada entre una madre declarada como enferma terminal y una hija muy enferma que aunque no terminal supera en mal aspecto y síntomas a su madre que a pesar de su fase crítica la cuida y se ocupa de ella en lo que le queda de cuerpo y alma en compañía de un médico cruel y medieval que es fanático religioso, relato sacudidor y lleno de reflexión.

En La Nada de Alberto Barrera Tyzka 4 gotas de sangre nos remiten a vampiros y a una niña muerta que deambula por la casa de un matrimonio, una pareja solitaria que deberá descubrir si no es nada. O El Croata de Edmundo Paz-Soldán que llega a poner en jaque a un enfermero que trabaja en un hospital psiquiátrico y descubre que tal vez su vida podría cambiar gracias a ese alto y distinguido Croata jugador retirado de fútbol y Desarticulaciones de Sylvia Molloy y Los Enfermos de Sergio Chejfec que nos categorizan la enfermedad con estructura interesante y lugares no comunes.

Todo este cúmulo de planteamientos sobre el cuerpo enfermo, que nos inyectan la enfermedad, yo de manera personal digo que finalmente nos sanan, aludiendo a que la mente, las emociones y el pensamiento serán siempre las formas más poderosas de transformarnos en seres cargados de padecimientos o en personas sanas y funcionales. El ejercicio literario pues seguirá necesitando de estas referencias transgresoras para sacudirnos y dejarnos ahí atravesados por estas ideas enfermas, el libro está editado por el Conaculta y la editorial Literal Publishing pertenece a la Colección Dislocados cerramos con un fragmento del relato Colonizadas:

Mi madre está más enferma que yo. Mucho más. Basta verla para entender que su estado es terminal. Es terminal, dijo el médico, el médico que nos atiende a las dos, el médico que nos obliga a innumerables exámenes, el médico que nos hace respirar una y otra vez, el médico que nos deriva por interminables pasillos hasta las frágiles salas donde nos pinchan y por la orden de ese mismo médico nuestra sangre va llenando copiosamente los tubos, un día y otro. O dos veces al día, tan seguid que es inhumano e insensato. Demasiada sangre.  



RRSS04/10/20181min

Las enfermedades alérgicas se han ido incrementando en los últimos años, estas son un grupo de enfermedades que pertenecen al sistema inmune, en el cual reaccionas de manera exagerada ante un estímulo ambiental, químico o un alimento, y al estar en contacto con él puede desarrollar diferentes síntomas.

En entrevista para “Aquí entre nos” con la Dra. Carmen Concepción Ochoa Guillén, Otorrinolaringóloga con Sub Especialidad en Alergias.



RRSS03/10/20181min

Este lunes cayó una fuerte tormenta sobre la ciudad de Colima que nos puso en estado de emergencia ante Protección Civil.                              ¿Cómo debemos actuar ante una situación similar?

En entrevista para Aquí Entre Nos con Melchor Ursúa Quiroz, Comandante y Director general de la Unidad de Protección Civil y Ricardo Ursúa Moctezuma, Ingeniero y Director operativo de UEPC.



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