10min0

En otras ocasiones he compartido lo arbitraria que puede llegar a ser la selección de libros para realizas estas reseñas, no obedece a otra cuestión que mi gusto personal, sin embargo si hay una característica que persigo: historias al límite, de frontera, transgresoras, la reseña de esta semana no es la excepción se trata de Dos Crímenes de Jorge Ibargüengoitia.

Jorge Ibargüengoitia Antillón nació en Guanajuato en 1928 estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México y fue becario del Centro Mexicano de Escritores y de las fundaciones Rockefeller, Fairfield y Guggenheim.

Su obra abarca novelas, cuentos, piezas teatrales, artículos periodísticos y relatos infantiles. Su primera novela, Los relámpagos de agosto (1965), una demoledora sátira de la Revolución mexicana, lo hizo merecedor del Premio Casa de las Américas. A ésta seguirían Maten al león (1969), Estas ruinas que ves (1974), Dos crímenes (1974), Las muertas (1977) y Los pasos de López (1982), en las que echó mano del costumbrismo para convertirlo en la base de historias irónicas y sarcásticas.

En el terreno del cuento publicó La ley de Herodes (1976). Entre sus piezas teatrales destacan Susana y los jóvenes (1954), Clotilde en su casa (1955) y El atentado (1963). Murió trágicamente en un accidente aéreo que se produjo en Mejorada del Campo, Madrid.

Debo confesar que poco había leído de Ibargüengoitia, Los Pasos de López y Las Muertas eran mi referente sobre su obra, que por supuesto son grandes obras. Dos Crímenes estaba en casa era uno de esos libros pendientes que ya llegan a las decenas, pero que sabes en algún momento le llega su hora, debo confesar que si sentí esto que me pasa a menudo, la sensación de arrepentimiento por no acercarte antes, de dejar pasar el tiempo.

Yo me jacto de ser devoradora de libros pero más allá de mí compulsión en mi defensa puedo mencionar que la forma en que construyen las historias es la culpable de que yo no pueda detenerme, la agudeza y los detalles son una delicia en esta novela.

La historia parte de un hecho cotidiano en la casa de Marcos González y “La Chamuca” Carmen Medina (pocas veces escuchamos su nombre real) invitan a sus amigos a una reunión y ahí es dónde vienen las dificultades, cuando llega a pedir pasar la noche con ellos un líder de movimientos de izquierda Evodio Alcocer.

Al día siguiente su vida dará un giro y les cambiará la rutina de empleados del sistema para convertirlos en fugitivos. La Chamuca se dirige a Jerez con mentiras y Marcos con otra serie de estrategias para acercarse a los parientes lejanos de provincia, su camión parte con destino a Muérdago el objetivo es visitar al tío Ramón un acaudalado señor viudo que enfrenta dificultades de salud y que es custodiado por una familia que espera quedarse con sus bienes. Amalia, Gerardo, Fernando y Alfonso Tarragona, más la enigmática Lucero hija de Amalia cultivarán la discordia y orillarán a que se cometan dos crímenes que cambiarán el rumbo de sus vidas.

Don Pepe Lara el boticario y conocedor de plantas, será pieza clave en esta historia en un punto él hace la función de narrador y de hecho es quien podríamos decir desenreda la madeja cuando todo comienza a complicarse para Marcos que termina siendo acusado de nuevo por algo que no les puedo contar aún porque los spoilers son un arma peligrosa que no voy a usar en esta ocasión.

El relato con aire provinciano y la referencia a la riqueza: tierras, minas, negocios esos casos de éxito de hombres que llegan a vivir en la opulencia por su astucia y también por la corrupción, todo el ambiente se permea de favores, estrategias que aunque datan de los setenta parece que sucedieron ayer nos remiten a esa parte fuerte de Ibargüengoitia para narrar y reflejar, para vernos aunque incomode en un momento histórico caracterizado también por la represión de ideologías contrarias a la línea de la derecha, la protesta social en la literatura es un aspecto fundamental en Dos Crímenes.

Y claro, el relato pasional, erótico del triángulo amoroso construido entre Marcos, Lucero y Amalia, o deberíamos decir un cuarteto porque la Chamuca cuidaba también su territorio de cónyuge que se enredan en una vorágine de deseo que hace que la historia tenga sus momentos ardientes y que descubramos también que oculta la candorosa Lucero, cuáles serán sus verdaderas intenciones.

Se ha señalado mucho la estructura que se asemeja un relato policiaco, percibo esa sensación de misterio y persecución dónde todo se complica cada vez más hasta que tiene que explotar y resolverse de alguna forma. Confieso que de pronto encontraba algunas similitudes con la forma en que construye sus personajes Rodolfo Usigli y documentándome sobre el autor encuentro que fue su profesor en la clase de Teoría y Composición Dramática en la UNAM, así que esa manera de pulir y enredar las cosas para deshacer la madeja después tiene este fondo.

Es interesante como los libros son llevados a la pantalla, y Dos Crímenes fue llevada al cine en 1994 la protagoniza Damián Alcázar y dirige Roberto Sneider, la crítica dice que es una adaptación bastante buena, yo no la he visto aún pero sin duda ahora la veré con mayores certezas.

El final de la historia es inesperado y confieso si rompió un pedacito de mi corazón y sin afán de sonar cursi unas lagrimitas querían brotar pero se quedaron atoradas nublándome los ojos. El libro está editado por Planeta bajo el sello Booket, la portada es una pintura de su esposa Joy Laville, cerramos con un fragmento:

“No olvidaré mi llegada a Muérdago. Me quedé parado en la esquina de los portales mirando a la gente que daba vueltas en la Plaza de Armas oyendo la serenata. Con gusto me hubiera cambiado por cualquiera de ellos. Me sentí cansado, perseguido y desconcertado. El día había sido difícil y con sobresaltos, pero en aquel momento me parecía poca cosa comparado con la perspectiva de enfrentarme aquella misma noche aun tío viejo que casi no me conocía ni me esperaba ni me quería ni me había visto en diez años, para contarle la historia que había inventado en el camino”. 


Universo 94.9

Somos la Radio de la Universidad de Colima, México. Usando como distintivo XHUDC-FM, Universo 94.9


radio@ucol.mx

+ 52 312 31 610 53



Entradas Recientes



Radios Universitarias