El invierno esa estación del año que evoca al frío, a recluirse y protegerse de las tormentas, de los lugares dónde hay nieve, en contraste con el verano que nos libera incluso de cargas como la ropa, que nos da más luz y calor, estas oposiciones fueron inmortalizados en una frase del francés ganador del Nobel de Literatura Albert Camus “En medio del invierno aprendí por fin que había en mi un verano invencible” aludiendo a nuestra propia existencia como ese devenir en los momentos en que percibimos que ante la adversidad nuestra fuerza interior nos hace resurgir.
Con esta premisa Isabel Allende se propuso escribir una novela con el acto místico que la caracteriza, comenzar a escribir un 8 de enero en este caso del 2016 momento en que comienza la aventura de Más Allá del Invierno, la novela que reseñamos esta semana.
Es una mujer que ha estado en el ojo público desde hace años por diversas circunstancias, puede que el tipo de literatura que hace nos resulte más comercial, muy distribuida y leída por millones, traducida a 42 idiomas.
Nació en Perú pero al poco tiempo regresó a Chile con su familia, hija de diplomáticos, de cuna privilegiada, castigada por la dictadura chilena y exiliada, los Estados Unidos ha sido su casa por décadas. Entre sus premios destacan el Premio Nacional de Literatura de Chile y el Premio Hans Christian Andersen de Literatura.
La Casa de los Espíritus ha sido su novela más notable, incluso llevada a pantalla grande, Paula quizás su obra más personal que relata la enfermedad de su hija su perdida, quizás eso distinga la obra de Isabel, las vivencias personales a modo de confesión como si en cada novela viviera una catarsis, y aunque le critiquen y la consideren menor o artífice de literatura light, el éxito y los lectores los ha ganado a pulso.
Más Allá del Invierno aporta una línea narrativa centrada en contar la historia de tres personajes: Lucía Maraz, Richard Bowmaster y Evelyn Ortega, el relato nos centra en Nueva York, en Brooklyn específicamente y presenta a cada personaje por separado y como vivirán una historia durante una tormenta invernal sin precedente que les cambiará la vida por completo.
Lucía es chilena y se encuentra en Nueva York como profesora invitada en una Universidad, su casero y colega es Richard un hombre metódico que se ha forjado una vida segura, al principio su relación es muy distante aunque Lucía es una mujer alegre y llena de vida que no encuentra su lugar en un ambiente frío no solo por su estado del tiempo, sino por las personas.
Estos dos seres se relacionarán de manera profunda con Evelyn Ortega una chica guatemalteca indocumentada que radica en Nueva York y busca pasar desapercibida como millones de inmigrantes que es reducida a una amenaza que se quiere eliminar de ese país, la novela hace énfasis en eso, en la necesidad de refugio en otros países por situaciones no sólo económicas sino sociales como en el caso de Evelyn y su necesidad de alejarse del mundo de las pandillas como la Mara Salvatrucha.
El encuentro será producido por un choque por la tormenta de nieve entre Richard y Evelyn, y de ahí emprenderán un camino, los tres personajes principales para resolver una situación compleja y seria en la que se involucran que nos dará cuenta de muchos sucesos personales de cada uno de ellos, creará vínculos afectivos entre y nos dará numerosos momentos que crean empatía con la condición de exilio que le es muy familiar a Allende, es una novela para disfrutar con una buena taza de café, a lo mejor en la región donde nos situamos sin tanto frío, pero reconociendo que si nos sentimos en invierno interno podremos descubrir nuestro propio verano invencible.
La novela está editada por Penguin Random House, cerramos con un fragmento:
“Ya era hora, Richard. Basta de revolcarse en las penas del pasado. El único remedio para tanta desgracia es el amor. No es la fuerza de la gravedad la que mantiene el universo en equilibrio, sino la fuerza adhesiva del amor”.