9min0

Hablar de la muerte es un tema que suele confrontarnos con la negación, pensar en que nuestra presencia en el plano que compartimos tiene fecha de caducidad nos causa incertidumbre, temor, evasión. Por otro lado nuestra necesidad de nombrar y de expresar las percepciones sobre la muerte tienen cabida también hay quien en este recorrido cíclico de nacer, crecer, reproducirse (o no) y morir, necesita decir y compartir, ese es el caso de libro que reseñamos esta semana se trata de Fotosía Fotografía y Poesía La Muerte viene y va… de Carlos Diez

Carlos Diez es de nacionalidad colombiana y radica en la capital del estado desde 1991; es comunicólogo social, doctor en Ciencias Políticas y Sociales y profesor investigador de tiempo completo en la Facultad de Letras y Comunicación de la UdeC.

Su trabajo como investigador social y docente ha sido reconocido por diversas universidades y en varias partes de Latinoamérica. Actualmente trabaja en  varios proyectos que tienen que ver con fotografía e identidad.

Fotosía, esta palabra que nos remite a la combinación de Fotografía y Poesía es justamente lo que encontramos a lo largo de 149 páginas dónde se plasma lo que Carlos describe como un solo corpus identitario del autor. Una recopilación de textos e imágenes que nos remiten a la muerte.

La muerte se puede describir desde diversas áreas del conocimiento como motivo de estudio, intercambio, disertación, pero habríamos de convenir que muy pocas veces le esperamos o tenemos consciencia de su llegada. La experiencia en nuestro paso por la vida es la encargada de trazar nuestras vivencias con la muerte, nuestro camino también se marca de ausencias de a quiénes extrañamos y consideramos que partieron antes. A veces hablamos de la partida como el egoísmo del que se queda, el problema es para quien está aquí, aunque el dolor y el proceso de duelo nos hagan percibir de forma diferente cuando un ser querido deja este plano que llamamos terrenal y va hacia otro que no conocemos pero del que mucho se especula.

Y de esto Carlos nos narra y describe de forma cercana, percibimos como la muerte de su padre le marcó, nos habla también de su enfrentamiento con ella, de cómo le habla, a veces le susurra otras le dice con fuerza, la describe, la traza a esa que no sabe cuándo se lo va a llevar pero está seguro de que es inevitable, y no le teme.

El libro está dividido en cuatro apartados: Uno, La rosa que se abre, Te fuiste azul y la muerte nuestra. Cada uno de ellos contiene varios jirones del alma, como el mismo Carlos describe a sus textos a quienes no pretende dar el nombre de poesía.

Esos jirones estrujan a quienes leen, acompañados de fotografías en blanco y negro que nos remiten a las visitas que realizamos a los cementerios, de nuestra forma de visitar las tumbas que en muchas ocasiones se comparten como terrenos y propiedades familiares y hasta se heredan, se limpian, se les da mantenimiento, en todo eso pensamos mientras vemos fotografías de coronas con papel plastificado  de colores, cruces, flores, imágenes religiosas, tierra, tumbas modestas y mausoleos cuidados, personas que visitan a sus muertos y que en algunas ocasiones posan o son captadas sin que se percaten.

Además de hablar de las inquietudes de la muerte y su acecho, Carlos atraviesa un tema inevitable para quien escribe: el amor y sus manifestaciones, pues en este ciclo gran parte de lo que hacemos se conforma de este concepto a veces muy abstracto de representar a quien hemos amado, a quien sigue en nuestra vida y los muy personales y diversos tipos de amor que profesamos, pues al hablar de un corpus de vida como es el caso de Fotosía necesitamos ir por este camino también, esta faceta amorosa se enfatiza en el apartado La rosa que se abre, aunque no por ello Diez abandona el hilo conductor de su libro, la muerte sigue implicándose para que él y quienes leemos no olvidemos que hoy estamos, y la certeza es que partiremos en algún momento que desconocemos.

En la muerte nuestra apartado final encontramos cómo el nombre nos dice las confrontaciones colectivas con el destino final, incluido una vivencia acuestas del autor con la guerra en Colombia y las miles de personas que vistas como un número más producto de intereses cruzados, de bandos y de dinero perdieron todo, hasta su derecho de existir. De esta forma es cómo ahora coincidimos con Carlos Diez y lo que vemos en México de forma lamentable nos remite al contexto en Colombia, nos hacemos preguntas similares, queremos que pare y no sucede.

En cada texto podemos identificar algún destello de lo que hemos sentido, de las preguntas que nos hacemos de forma cotidiana y es que la muerte viene y va, pero la recibimos y bajito decimos que la esperamos que no tenemos miedo, aunque a veces si sentimos que titubeamos un poco, vale la pena espejearse en Fotosía Fotografía y Poesía La Muerte viene y va…el libro está recién estrenado y se le puede encontrar en formato electrónico e impreso, está editado por Puertabierta Editores y se le puede adquirir a través del contacto directo con Carlos Diez a quien le pueden contactar a través de Facebook o buscarlo de manera personal en la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima. Tiene en puerta varias presentaciones para diversos públicos no solo en nuestro estado sino en otros lugares del país, e incluso una gira por los Estados Unidos para compartir sus vivencias, cerramos con un fragmento:

Ahora soy más sombra

Algunos comprenderán mi despedida final, una suprema ausencia, mi despedida fatal.

Todo está ausente ya: mis recuerdos felices, revividas mentiras y cuanto de mí había.


Universo 94.9

Somos la Radio de la Universidad de Colima, México. Usando como distintivo XHUDC-FM, Universo 94.9


radio@ucol.mx

+ 52 312 31 610 53



Entradas Recientes



Radios Universitarias