Por Ramón Elizondo (CEUGEA)
Los océanos son el motor de nuestro planeta y son fuente de vida. Preservar la biodiversidad de nuestro planeta es esencial para nuestro bienestar. Sin embargo, las técnicas de explotación insostenibles son una amenaza para las especies animales y vegetales. Los avances tecnológicos, las políticas y los recursos financieros no son suficientes, por sí solos, para frenar y posiblemente revertir los daños que hemos causado y seguimos causando a los océanos y a todos los ecosistemas del planeta, es necesario cambiar nuestra forma de pensar y actuar.
La enorme presión humana que implica la sobreexplotación pesquera y la pesca ilegal, así como las insostenibles prácticas de acuicultura, la polución marina, la destrucción del hábitat, las especies invasivas, el cambio climático y la acidificación son graves problemas que enfrentan los océanos, que enfrentamos todos ya que estamos estrechamente relacionados a el y estos daños no solo afectan a las especies que viven en los océanos, pues en gran medida el desarrollo depende de ellos, ya sea por sus funciones ecosistemicas, como fuentes de alimento, o como recurso económico, los océanos son la vida.